Hospital de Mujeres y capilla de Nuestra Señora del Carmen

 Este edificio destinado a hospital hasta su cierre en 1963 está situado en la calle que toma el nombre del edificio: Hospital de Mujeres, nº 26, de la ciudad de Cádiz. 

Se construye por iniciativa del obispo Lorenzo Armengual de la Mota para atender a mujeres pobres enfermas, que dejó en su testamento una cantidad de dinero destinada a comenzar las obras. Estas se llevaron a cabo entre los años 1736 y 1749 por el arquitecto Pedro Luis Gutiérrez de San Martín, más conocido como «Maestro Afanador» ―que también intervino en las obras del Oratorio de San Felipe Neri.


La fachada está formada por tres plantas, con distribución de la arquitectura neoclásica gaditana y con elementos y decoración barrocos. En la baja existen tres puertas, que dan acceso a la Capilla y al propio Hospital. En el entresuelo destacan las ventanas cruciformes. La primera planta ―cuerpo principal― tiene un largo balcón que recorre toda la fachada. En el último cuerpo hay una serie de vanos rectangulares con barandillas independientes.


El edificio se organiza en torno a dos patios decorados con azulejos holandeses (probablemente de Delft). El primero de grandes proporciones en el que destaca el Vía Crucis de azulejos sevillanos datados en 1749, y el segundo más pequeño y sencillo.  Entre ellos se levanta una gran escalera de estilo imperial, dividida en seis tramos con descansillos centrales. Es de caja rectangular y está rematada por una cúpula sobre pechinas con ocho óculos circulares que le aportan luz natural.






Es de destacar la Capilla del Hospital, consagrada a la Virgen del Carmen. De planta de salón con tres naves donde destacan las bóvedas decoradas en yeso realizado por el escultor Cayetano de Acosta; y el tramo central  tras la reconstrucción del inicio de siglo XX por Felipe Abarzurza y Julio Moisés, tras el hundimiento que sufrió parte del edificio.



  


Posee unos interesantes retablos, entre los que destacamos el del Nacimiento, considerada una obra genovesa realizada hacia mitad del siglo XVIII. 



La gran joya que alberga la capilla es sin duda el óleo de El Greco: «La visión de San Francisco con el compañero de espalda» (fechada alrededor de 1600), que perteneció a la colección privada del Obispo Armengual de la Mota, y que al heredar su sobrino Bruno Verdugo, fue donada al Hospital por su sobrino Bruno Verdugo en 1747.







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